martes, 21 de julio de 2009

Siete casas en Francia / Bernardo Atxaga

Ficha técnica:

Colección: Hispánica
Páginas: 272
Fecha de publicación: 01/4/2009
Género: Novela
ISBN: 978-84-204-2276-3
EAN: 97884204722763

Sinopsis:

De Obaba a Yangambi. El sorprendente viaje de Bernardo Atxaga es toda una aventura.

Siete casas en Francia es una novela que huye de la crónica sombría o de la denuncia vehemente; busca, en cambio, a través del humor y de la aventura, la metáfora que habla del lado siniestro de nuestro mundo.

La estación militar de Yangambi se levanta en el corazón de la selva congoleña. Ahí vegeta un destacamento de la Force Publique, el brazo armado en África del rey Leopoldo II de Bélgica. Los ensordecedores gritos de los chimpancés y los mandriles acompañan las ingentes recolecciones diarias de caucho. Las posibilidades de diversión resultan escasas. Las partidas de caza no abundan por temor a un ataque de los nativos rebeldes, de un guepardo, un león, una serpiente mamba… Las misivas de los familiares, la lectura del periódico local y la celebración de torneos de tiro amenizan los días. El alcohol y las cartas en el Club Royal hacen lo propio durante las noches, así como las visitas a los cercanos prostíbulos, pero ello no evita que sobre los miembros del campamento reine un ambiente de apatía y melancolía. La mayoría se pasa las largas jornadas perdidos en sus ensoñaciones. En otras palabras, cunde el deseo de regresar a Bélgica.

El capitán Lalande Biran, poeta y pintor aficionado que reclama a una virgen por semana, posee unos ojos d´or et d´azur, y pierde cada dos por tres su alianza matrimonial, no ve el momento de que su enriquecimiento ilícito con el tráfico de materias primas le permita comprarle a su esposa la séptima casa que le ha prometido y hacer las maletas. El teniente Van Thiegel, ex legionario que colecciona conquistas amorosas y cartas de su madre, sueña con abrir un moderno bar en Amberes y seducir a la mujer de Biran, de quien guarda celosamente una foto en bañador que le ha robado a su marido. El oficial Chrysostome, el tirador más prodigioso que jamás haya pisado el Congo, el cual lleva siempre lleva a la vista en su pecho sin vello una cinta de color azul y una cadena de oro, despierta la curiosidad de todos por su carácter taciturno y, antes que nada, por su nulo interés por las mujeres. El criado Donatien y el jefe de camareros Livo esconden, detrás de su comportamiento solícito y su ánimo servicial, oscuras intenciones a la espera de que llegue el momento de revertir la situación.

La noticia de que el mismísimo rey Leopoldo II, acompañado por el duque Armand de Saint Foix (íntimo amigo de Lalande Biran), visitará Yangambi de cara a realizar una ofrenda a la Virgen en el vecino islote de Samanga, saca del estupor a la estación. Sin embargo, la euforia es breve, pues no tarda en llegar una carta para comunicar que finalmente la comitiva se compondrá de sólo un obispo y un periodista dotado de una revolucionaria cámara Kodak para inmortalizar el momento.

Las emboscadas de los rebeldes, los recelos de los criados, el veneno de las serpientes mamba y los colmillos de los guepardos quizás no sean las mayores amenazas para las fuerzas de ocupación belgas. La envidia, la ambición, los celos, el odio y otras debilidades humanas que circulan a diario entre ellas pueden hacer que corra más fácilmente la sangre.

Siete casas en Francia describe con detalle, humor y una pizca de sátira el perfil de unos peculiares personajes que se mueven entre la ridiculez, la intriga, el desconcierto y el esperpento. En todos ellos resalta su condición de víctimas de los defectos y los impulsos más humanos.

Primer capítulo

El autor:

Bernardo Atxaga (Asteasu, Gipuzkoa, 1951) se licenció en Ciencias Económicas y desempeñó varios oficios hasta que, a comienzos de los ochenta, consagró su quehacer a la literatura. La brillantez de su tarea fue justamente reconocida cuando su libro Obabakoak (1989) recibió el Premio Euskadi, el Premio de la Crítica, el Prix Millepages y el Premio Nacional de Narrativa. La novela ha sido llevada al cine con el título Obaba. A Obabakoak le siguieron novelas como El hombre solo (1994), que obtuvo el Premio Nacional de la Crítica de narrativa en euskera, Esos cielos (1996), y El hijo del acordeonista (2004), Premio Grinzane Cavour y Premio Mondello. La versión italiana de su libro de poesía Poemas & Híbridos recibió el Premio Cesare Pavese de 2003. Su obra ha sido traducida a veintisiete lenguas. Bernardo Atxaga es ya uno de los creadores de mayor hondura y originalidad en el panorama literario de este principio de siglo.

Entrevista al autor


Bookmark and Share

1 comentario:

  1. Bernardo Atxaga es mi escritor vivo favorito. Algunas de sus obras me han llegado más que ésta. Quizás otro lector le saque más jugo. No digo que no me guste. Probablemente su huella dentro de mí irá ganando peso o comprensión con el tiempo o una segunda lectura. Tuve que leer una segunda vez "El hombre solo" y la disfruté más la segunda.

    Pero las anteriores novelas que he leído de él (quitando quizás "Esos cielos") me han producido una reacción más visceral, de carne de gallina.

    Más que humor negro, que yo no he sabido captar, veo un estilo despojado de artificio (como siempre en Atxaga, pero en este caso, por el tema, se acusa más), presentando el horror con una cierta frialdad o con lo que parece, sin serlo, indiferencia, efecto buscado por el autor (si no yerro en mi descripción), como él ha declarado ya.

    Siempre es un placer el intercambio de pareceres con otros lectores de mi estimado Atxaga.

    ResponderEliminar